Respecto a la educación y a los judíos, al racismo y a los cretinos (o De las lejanas y antiguas causas inconscientes del atraso cultural español)

Sabido es que los judíos -desde los antiguos escribas de Akhenaton, los Levi, a los modernos físicos como Oppenheimer, artífice de la bomba atómica- han sido a lo largo de la historia grandes médicos, escritores, economistas, magos, físicos, cineastas, pintores, matemáticos, músicos, ajedrecistas, poetas, revolucionarios y un largo etcétera de profesiones o actividades relacionadas con el uso de la inteligencia.

Julius Robert Oppenheimer (22 de abril de 1904–18 de febrero de 1967)
Julius Robert Oppenheimer
(22 de abril de 1904–18 de febrero de 1967)

Todo ello en una proporción más elevada que en el resto de culturas. Un 22% de los Premios Nobel han sido judíos, conocido es el dato. Y eso que quien escribe no cree en los Premios Nobel como dato indicativo, dado que en la concesión de premios siempre pueden influir circunstancias ajenas a lo que se premia realmente. No obstante, en el ajedrez destacan judíos de ambos hemisferios y en el ajedrez sólo nos hallamos ante la inteligencia de un hombre frente a otro en el tablero en igualdad de condiciones. Hasta la mejor jugadora de todos los tiempos, Judit Polgar, es judía. Los judíos incluso han descollado en el campo, paranoicamente casi científico, del antisemitismo. Baste recordar a otro campeón de ajedrez, Bobby Fisher.

Judit Polgar (nacida en 1976)
Judit Polgar (nacida en 1976)

Al día de hoy en el mundo hay 7.000 millones de habitantes. 2000 millones cristianos, 1300 millones musulmanes. 15 millones judíos. La diferencia es abismal.

¿Por qué? ¿Por qué han destacado tanto a lo largo de la historia no llegando a ser hoy ni un 1% de la población? Como señalaba Mark Twain (Concernig to Jews, Harpers Magazine, 1899):

“Ciertamente, el judío debería pasar desapercibido pero se lo ve y escucha y siempre se lo ha visto y escuchado… En todas las épocas ha protagonizado una lucha maravillosa y lo ha hecho con las manos atadas a su espalda. Podría sentirse envanecido consigo mismo y ser disculpado por ello. 
Los egipcios, los babilonios y los persas aparecieron, llenaron con sonido y esplendor el planeta, luego se desvanecieron en la materia de los sueños y desaparecieron. 

Mark Twain (1835-1910)
Mark Twain (1835-1910)
Be good & you will be lonesome

Los griegos y los romanos los siguieron y también hicieron mucho ruido y también se fueron. Otros pueblos han surgido y sostenido sus antorchas en alto por un tiempo. Pero también se agotaron y permanecen en alguna nebulosa o han desaparecido. 
El judío los vio a todos. Los venció y está ahora como siempre estuvo, sin exhibir ninguna decadencia, ningún deterioro debido al tiempo,ningún debilitamiento de sus componentes, ningún retardo en sus energías,ningún aplacamiento de su mente alerta y activa. 
Todas las cosas son mortales menos el judío. Todas las otras fuerzas pasan, pero él permanece. “

Todo es mortal menos la persistencia judía. Sin embargo, tampoco parece mortal el odio al judío, tantas veces movido por la envidia. España es uno de los países con mayor tradición antisemita. Antes que los pogromos rusos o los campos de exterminios nazis, existieron las hogueras españolas. Es curioso constatar cómo el antisemitismo sigue hoy vigente exactamente igual de fuerte y con los mismos argumentos que en la Edad Media o que en los siglos XVIII, XIX y XX. El judío, se dice, conspira, incluso comete asesinatos rituales dirigidos por grandes dinastías del mundo del dinero. En menos que canta un gallo, sale a la palestra el nombre de Rothschild para explicar los derroteros de la Historia. No obstante, las personas que pierden su tiempo indagando salvajes rituales judíos de sacrificio, no están interesadas en preguntar a la Historia lo que sí está constatado y registrado: la apropiación de propiedades que eran judías, su marginación, su aniquilamiento con alevosía en las hogueras, los pogromos cíclicos y los campos de exterminio. No es difícil escuchar en la España del siglo XXI la expresión perro judío.

Einstein sacando la lenguaquién sabe si a los cretinos
Einstein sacando la lengua
(quién sabe si a los cretinos)

Tampoco es infrecuente identificar la cultura judía con las políticas del estado de Israel o solventar la cuestión judía refiriéndose a las desventuras del pueblo palestino. La realidad puede menos que la fantasía, siempre más interesante. Siempre será más interesante imaginar protocolos de Sión que culpar al goy (gentil, no judío) que oprime al resto de goyim (gentiles, no judíos).

Y la realidad es que en la Historia han existido millones de judíos pobres y desgraciados, víctimas de los demonios propios… y de los ajenos.

Mucho me temo que Bárcenas, el tesorero del PP de los 22 millones de euros en cuentas suizas, no es judío. En España los políticos y banqueros han robado cristiana y apostólicamente, como antes durante la Dictadura franquista -que se escudó contra la conspiración judeo-masónica- se había robado y matado cristiana y apostólicamente.

Luis Bárcenas,
Luis Bárcenas, ex tesorero del PP,
cuyas cuentas en Suiza han dejado las de Roldán
comparativamente en una hucha de niños

La realidad es que España es racista con el judío, el moro y el gitano. Con los negros no, porque simplemente hay menos presencia que en otros países europeos. En España se defiende al “moro lejano”, al palestino, y se estigmatiza al “moro cercano”, al marroquí, al argelino o al saharawi. En España se margina a los gitanos –que tanto comparten con los judíos- en guettos, como antes se marginó al judío o como se ha marginado al negro en Estados Unidos. En León, me contó hace un par de años nuestro compañero Eliseo Benavides (apellido de raigambre sefardí, por cierto), irse de copas aún es llamado salir a matar judíos, asunto que acabo de constatar en una entrada de la propia wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Matar_jud%C3%ADos. «Limonada que trasiego, judío que pulverizo», vaya tela que diría el castizo.

Para mayor escarnio, la realidad es que incluso lo mejor de la literatura española, su llamado Siglo de Oro, estuvo escrita con manos bombeadas por venas judías: Fray Luis de León, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, Góngora, Cervantes, Mateo Alemán… Por no hablar del siglo XX, donde mantenemos en el olvido a Rafael Cansinos Assens, pariente de Rita Hayworth (Margarita Cansino), el gran intelectual andaluz tan admirado por Jorge Luis Borges. ¿Conocen nuestros alumnos a Rafael Cansinos, tan estrechamente vinculado a Andalucía?

Rafael Cansinos Assens (1882-1964)
Rafael Cansinos Assens
(1882-1964)

¿Lo conocemos los profesores? Hace poco Miguel Romero Esteo, que fuera profesor de la universidad de Málaga y recibiera el Premio Nacional de Literatura Dramática por nuestro Ministerio de Cultura en 2008, decía: “aquí la cultura no importa, España está en manos de una plasta de cretinos”. En España no se valora la cultura. Los judíos siempre la han valorado, para bien o para mal, guste o no guste.

¿Qué es lo que podemos aprender de la cultura judía para combatir la cretinez? No voy a responder con palabras esta vez. Lo haré con imágenes, las cuales ni siquiera requerirán un pie de foto informativo. Imágenes en las que creo que hay alumnos felices porque saben lo que quieren y cómo intentar salir de una condición social de origen bastante humilde, como reza el eufemismo vigente que nos reprime la palabra pobre:

 niños estud

niños estudiando

niño judio leyendo

Tras las fotos, quiero trasladar aquí un poema sufí. De uno de mis autores musulmanes favoritos, Yalal ad-Din Muhammad Rumi, quien hace más de 700 años escribió estas palabras :

«¿Qué puedo hacer, oh musulmanes?, pues no me reconozco a mí mismo. 
No soy cristiano, ni judío, ni mago, ni musulmán.
No soy del Este, ni del Oeste, ni de la tierra, ni del mar.
No soy de la mina de la Naturaleza, ni de los cielos giratorios.
No soy de la tierra, ni del agua, ni del aire, ni del fuego. 
No soy del empíreo, ni del polvo, ni de la existencia, ni de la entidad.
No soy de India, ni de China, ni de Bulgaria, ni de Grecia.
No soy del reino de Irak, ni del país de Jurasán.
No soy de este mundo, ni del próximo, ni del Paraíso, ni del Infierno. 
No soy de Adán, ni de Eva, ni del Edén, ni Rizwán.
Mi lugar es el sinlugar, mi señal es la sinseñal. 
No tengo cuerpo ni alma, pues pertenesco al alma del Amado.
He desechado la dualidad, he visto que los dos mundos son uno; 
Uno busco, Uno conozco, Uno veo, Uno llamo.
Estoy embriagado con la copa del Amor, los dos mundos han desaparecido de mi vida;
no tengo otra cosa que hacer más que el jolgorio y la jarana».

En el fondo no somos musulmanes, cristianos o judíos. Son etiquetas. Nacemos desnudos. Pero con el tiempo sí nos vestimos de cretinez o de lucidez. Y esa sí es nuestra responsabilidad, inexcusable. España en 1492 descubrió un continente. Tras la empresa del criptojudío Colón, por cierto. Ese mismo año perdió lo mejor de la intelligentsia europea de entonces que fue a parar a Venecia, Amsterdam, Londres, Alemania… Por ende aquí los judíos que no se fueron debieron sobrevivir camuflando su fe, incluso hasta el siglo XX en zonas de Galicia, Mallorca, Toledo o Jaén. Se instauró un estado de sospecha absoluto sobre los conversos, ¿lo eran o no realmente? Una de las características de los conversos tras la expulsión de 1492 la constituía que sabían leer y escribir, no como la mayoría de los cristianos de entonces. La cultura, así, se convirtió en España en un factor sospechoso.

Y así nos fue…

Ya que lo invité a esta entrada, me despediré con el bueno de Mark Twain: «In the first place, God made idiots. That was for practice. Then he made school boards» (En primer lugar, Dios creó a los idiotas. Aquello fue como entrenamiento. Luego creó las juntas escolares). 

Salud allí donde estés, viejo Mark. Quiéranse también en lo distinto para poder saberse a sí mismos.

6 comentarios en “Respecto a la educación y a los judíos, al racismo y a los cretinos (o De las lejanas y antiguas causas inconscientes del atraso cultural español)

  1. El artículo es sencillamente fantástico. Me ha gustado mucho. Ni siquiera creo que haya que irse a mirar a otra cultura para demostrar lo racista o deshumanizados que podemos llegar a ser. Hoy día se aparta a aquel que no tiene un trabajo, que no tiene una estabilidad. Las calles se llenan de mendigos y estos parecen invisibles, deambulan y nadie los ve. Seguimos hablando de los Bárcenas de turno, seguimos votándolos. Me recuerda a la expresión «Elephant» de la que el director Gus Van sant hizo una película. La expresión significa que somos tan cretinos y estúpidos que paseamos dentro de una habitación donde hay un elefante y aún así decimos que no lo vemos. Posiblemente todo esto (y mucho más) se remonte a lo que tú tan bien has apuntado de lo poco que importa aquí la cultura desde hace siglos.
    Enhorabuena Claudio

    Juan Lozano

  2. quiero decirte que fue genial, muy contundente y cuidaste los detalles que podian auspiciar debilidad en tu exposicion. Omar De leon

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